Crónicas de la 4R: Guacamole Donal Trun

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Crónicas de la 4R: Guacamole Donal Trun

Ante la delicada situación entre nuestro país y los vecinos del norte, una mosca fue testigo de la siguiente conversación entre Donal Trun y Manolo Lópes. Puede que haya o no haya pasado:

—Yo sé mucho de aranceles y te voy a poner los mejores aranceles que jamás hayan existido. Créeme, serán hermosos —dijo Trun con su característica pedantería.

—Mira… Trun. Nosotros ya estamos acabando con la corrupción. Danos tiempo. Los aguacates les van a salir muy caros a tus ciudadanos —replicó Manolo.

—Eso no me importa. Vamos a hacer nuestros propios aguacates y serán los mejores aguacates que jamás hayas comido. Más verdes, más deliciosos y con condimentos integrados para el guacamole. Si tú supieras lo bueno que soy haciendo guacamole ni siquiera lo habrías mencionado. De hecho, la gente me dice que escriba mi receta del guacamole, pero el guacamole Trun con aguacates locales será demasiado bueno y fácil de hacer que no se necesitará receta.

—Con todo respeto, Trun, pero el guacamole es una receta milenaria que tus aguacates nunca podrán igualar. Se dice que… Benito Juáres, el mejor presidente de la historia, hacía el mejor guacamole del mundo y lo compartía con Abran Lincon en cada Super Boul.

Fake news! —interrumpió Trun.

¿Qué le van a decir de Guacamole al máximo garnachero del país?

—No, no, no… no es así. Nosotros tenemos una vasta historia que lo demuestra. Hace 10 mil años… nuestros antepasados ya disfrutaban del guacamole cuando en Nueva Yort ni siquiera tenían totopos para acompañarlo.

—Escucha, todos sabemos que mi guacamole sería mejor –el mejor–, sin embargo, eso no es relevante en este momento. O construyen el muro o nos robamos todos los aguacates del mundo. Tendremos tantos que nuestros patriotas no volverán a comprarle a tus productores good for nothing wetbacks.

  —Sí te queremos a ayudar con esto de los… migrantes, pero se nos han atravesado otros gastos. Tú sabes… becas, aeropuertos, pensiones —se excusó Lópes—. ¿Cómo ves si… me compras un avión que tengo por ahí estacionado? Con todo ese dinero seremos potencia mundial y nadie querrá migrar a tu país.

—Yo ya tengo dos aviones, los más grandes e increíbles que puedas imaginar. No me quieras venir a vender chatarra o le voy a poner aranceles a tus aviones también.

—¿Entonces… en verdad tienes mejores aviones?

—Los mejores.

—Bueno, estoy seguro de que a ti… no te cantan los pasajeros que te acompañan a tus viajes.

—Pues voy a contratar a la orquesta más impresionante que jamás se haya escuchado para que canten solo para mí.

—Contrata a quien quieras, nunca podrás igualar… la voz de mi Betty. Su sola voz es más armoniosa que la Orquesta Sinfónica Nacional —presumió Manolo orgulloso de su mujer.

—Pues te quito a Betty y la contrato para que solo me cante a mí.

—Por fin nos entendemos. Acá entre nos, Yeraldín canta más bonito. Muchas gracias Donal, es un placer hacer negocios contigo —Le dio la mano y se encaminó hacia la salida.

—¿Eso significa que harás el muro? —lo detuvo Trun.

 —Lo que necesites. Es más… mejor te mando a la Guardia Nacional… para que cercioren que no pase nadie. Sólo asegúrate de cumplir la última parte del trato. Es más, voy a organizar un evento en la frontera para celebrar nuestro acuerdo. Estás invitado… por si gustas.

—Paso, estaré festejando con toneladas de guacamole Trun.